lunes, 26 de noviembre de 2012

GONZALO MÁRQUEZ CRISTO (BOGOTÁ,COLOMBIA,1963)


Gonzalo Márquez Cristo (Bogotá, Colombia, 1963)


Una muestra de su poesía realizada en diversos momentos de su trayectoria y algunos comentarios sobre la calidad y factura de su obra poética, que se suma a otras actividades que desarrolla con semejante pujanza: editor, promotor cultural y periodista.
GONZALO MÁRQUEZ CRISTO. Poeta, narrador, ensayista y editor. Nació en Bogotá, Colombia, en 1963. Autor de:Apocalipsis de la rosa(1988); la novela Ritual de títeres (ganadora de Beca Colcultura, 1992); El Tempestario y otros relatos (1998); La palabra liberada (2001) y Oscuro Nacimiento(2005). Además han sido publicadas sus antologías poéticas Liberación del origen (2003), El legado del fuego(2010) y Anticipaciones (2011).
En 1989 participó en la fundación de la revista cultural Común Presencia(reconocida con Beca Colcultura a mejor publicación cultural del país, 1992), de la cual es su director. Es creador y coordinador de la colección de literatura Los Conjurados. Es Fundador y asesor periodístico del semanario virtualCon-Fabulación.
Obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Maurice Blanchot (2007) con su trabajo«La Pregunta del Origen» y el «Premio Literaturas del Bicentenario» (2010), del Ministerio de Cultura de Colombia, con el libro Grandes entrevistas de Común Presencia.FUENTE: http://www.laotrarevista.com/2011/01/gonzalo-marquez-cristo-bogota-colombia-1963/

3 COMENTARIOS
Apocalipsis de la Rosa me parece un valioso ejemplo de lo que debe ser la poesía… Me atrae especialmente su sentido de los contrastes fundamentales, su pacto con la sorpresa, la contención del lenguaje, la natural osadía para atravesar los límites, la proyección de silencio que hay en sus palabras, el modo de buscar la videncia iluminadora y no el artilugio o el simulacro que sólo deslumbra a los incautos”.Roberto Juarroz
“Es importante decir que La palabra liberada y Oscuro nacimiento se leen con fervor creciente. Son dos bellos libros en los que la palabra reveladora crea un espacio luminoso en torno a su estremecedora gravedad existencial. Celebro la presencia de esta palabra poética.” Antonio Gamoneda
“En todas las frases (¿aforismos, sentencias o conceptos?) de La Palabra Liberada de Gonzalo Márquez Cristo, resalta esta evidencia: todas nacen de un grito de rebeldía, de amor o de angustia; todas surgen de un interrogatorio vehemente, todas viven de los hallazgos del gran poeta que es su autor…” António Ramos Rosa

De oscuro nacimiento (2005)
RESTITUCIONES
Pretendo que todo lo perdido se convierta en poema.
Las heridas como los huracanes tienen nombre. Y aunque ignoro por qué a mi alrededor nacen los abismos, desde el origen fui mancillado por la felicidad, por su cima inclemente.
Las invasoras restas del recuerdo. La pugna de la raíz. La antigüedad del silencio…
No pongo flores en el cementerio del sueño, pero continúo a pesar de todas las arenas movedizas del espíritu.
La culpa que no te deja partir es el amor.
Y ahora la niebla, la lluvia, la ausencia…
El desequilibrio llamado belleza, la terrible orfandad de lo sagrado, la rosa ígnea que me guía en la desesperación…
Sé que el camino terminará por encontrarme.
Como todo lo que se hace visible para morir.
DESCENSO A LA LUZ
La noche es mi regreso. Transito el museo de la ausencia.
Todo sufrimiento es inútil para quien no persigue la poesía, para quien no alimenta con sus ojos a las águilas.
Ejercito la sed. Amo tan sólo a quienes no pude salvar.
Ya no existe una oscuridad que guíe nuestros sueños ni los fantasmas del deseo inconcluso; sólo el abyecto intercambio que ha remplazado al rito.
Ya no busco, pierdo…
Y ni siquiera encuentro lugar en el asombro.
No puedo olvidar más. Ni pretendo saber las tres respuestas ocultas por la muerte.
Aquí nadie carece del odio necesario para recobrar el paraíso, ni confiesa su ruda caída en el día.
Debo ser sombra o grito. Retorno o nacimiento.
Cada origen decretará la abolición del yo.
Es entonces cuando la respiración será verde.
Y aunque todo se lo deba al dolor… Avanzo: caigo. Elijo los caminos que no tienen final. Las voces que incendian las tinieblas. El poema.
Tú lo sabes, cuerpo estremecido:
No es en el tiempo donde he puesto mis palabras.
GÉNESIS
Para sobrevivir nos arriesgamos a la memoria, nos entregamos al vacío.
Ya conocimos el ave de rapiña del viento y la serpiente del agua. El silencio jamás volverá a separarnos.
Regresamos al sílex, escuchamos la oración del fuego.
Emprendemos el numinoso sobresalto. Vivimos la voracidad de los hallazgos y el juego espectral del deseo.
El único fruto del árbol al que no podemos renunciar es a su sombra. Sufrimos la persecución de la primavera –y fue allí donde la palabra se hizo verde.
Lo que más dura es el instante, lo que más oculta es la luz.
Cuando se interrumpe el tiempo alguien decide nacer.
De La palabra liberada (2001)
LAS PALABRAS PERDIDAS
Alguien descifra la escritura de la lluvia y sin embargo no puede escapar.
Un alud de imágenes nos extravía la palabra; acudimos al grito y al llanto, a veces a la indiferencia, pero sabemos que necesitamos de la guerra para ser inocentes.
Todo lo ha ofrendado la ceniza.
Desde que desterramos a la noche desaparecieron las más profundas alianzas y nuestros perseguidores pueden encontrarnos.
Una herida siempre recuerda la vida, todo nacimiento procede de su túnel. Un árbol arde en nuestros ojos de agua.
La verdad –es decir lo prohibido–, impone su reino de terror… y hemos decidido habitarlo con las manos entrelazadas.
Creímos que la poesía nos enseñaría a morir…
Persistimos… Con frecuencia hacemos la extraña sonrisa del miedo. Si huimos, la soledad convertirá a alguien en víctima. Por eso la palabra se pasa de mano en mano para construir una morada invisible.
A veces para sobrevivir renunciamos al conocimiento.
Y cuando todos duermen escribimos… Pero un poema es el fósil de un sueño, el cadáver de un dios…
¿Aún podremos salvarnos?
EN NOMBRE DEL GRITO
Crees tanto en la sed: en la vida… En lo invisible. Duermes de cara al oriente. Te purificas en el peligro. En los libros delatas al tiempo como a un pájaro disecado.
En el bosque una encina te sigue. La luz te nombra. Cuando eliges el rumbo del dolor alguien te da un sorbo de agua.
Deseas: esperas siempre equivocarte. Asumes la tiranía del ojo llamada viaje y a veces con un rostro logras curar tu frío.
Sabes de un paraíso que nunca será memoria.
Asistes a la mascarada de la sobrevivencia aunque un ecuador lejano y voraz atraiga tu vuelo. Así logras persistir.
Tus palabras caen como puñados de tierra sobre un cuerpo desnudo.
Aquí comienza el instante. ¿Quién clama? ¿Quién responde entre la sangre? ¿Quién descubre su sombra incandescente?
¡Que el grito siempre pueda detener la herida..!
¡Que el lenguaje alcance para no morir!
LIBERACIÓN DEL ORIGEN
Invierte el curso de su sangre para ser Adán.
Preparado por el agua retiene sueños; aprende a reducir la distancia que hay en la luz y a dibujar la herida que conduce a su sombra.
Sabe que huye la presencia si todos los temblores pertenecen a la dueña de lo inmóvil o si el ejercicio del deseo instaura un tiempo mayor.
Conoce el retorno de sus ojos y descubre al fin la transparencia, el enigma que nunca se devela…
Y contemplando los rastros de la fuga solar vivirá en el géiser del Instante…
Hasta que inicie el tiempo del espejo liberado.
Español: Fotografía del escritor colombiano Go...
Español: Fotografía del escritor colombiano Gonzalo Márquez Cristo (Photo credit: Wikipedia)


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